El gobierno de México está sembrando las semillas de lo que más temprano que tarde producirá un tremendo caos en el campo. De manera persistente y temeraria ha tomado decisiones que afectan estructuralmente la producción de los granos básicos, tanto como su importación y exportación; principalmente, la de maíz blanco y amarillo.
Por el maíz, el gobierno mexicano enfrenta internamente a los productores de los estados de la República Mexicana considerados como el granero del país. Al mismo tiempo enfrenta a los gobiernos de Estados Unidos y Canadá, que acusan políticas públicas basadas en la ideología y no en la ciencia. Un peligroso doble frente. Internamente puede llevar a la quiebra a miles de productores y tumbar los niveles de producción de maíz, trigo y sorgo.Externamente, socava la relación comercial con sus dos principales socios comerciales: Estados Unidos y Canadá.
En ambos casos, las decisiones están basadas en principios ideológicos. Internamente, el gobierno desmanteló la estructura y el presupuesto que existían para procurar la producción de granos básicos, con previsión de los ciclos a la baja de los precios internacionales. Su argumento es que el “modelo neoliberal” estaba basado en la corrupción y beneficiaba a los ricos.
Externamente, apunta hacia el rechazo del maíz transgénico y su prohibición hacia el futuro inmediato. Por ahora se permite su importación sólo para uso industrial y forrajero. Su argumento es que el maíz modificado genéticamente daña la salud humana, aunque no lo ha probado, como lo pide el gobierno de Estados Unidos, con bases científicas. El viernes pasado (23 de junio) impuso medidas arancelarias que aumentan la tensión comercial con los vecinos del norte.
A pesar de que está bajo un proceso de consultas técnicas por parte de Estados Unidos, el gobierno mexicano impuso aranceles del 50% a la importación de maíz blanco y amplió la vigencia del arancel del 50% a la exportación de ese producto hasta el 31 de diciembre de este año.Con ello agrega otra violación al T-MEC que se suma a la que comete con la importación de maiz genéticamente modificado.
El gobierno lopezobradorista pasó de la exención arancelaria a la importación de maíz, de principios de este año, con el propósito de abatir la inflación, a la imposición del arancel con lo que Estados Unidos y Canadá tendrá más motivos para solicitar el panel de solución de controversias, al imponer temas ideológicos sobre los científicos en el comercio del maíz.
A pesar de la intensidad de las inconformidades por el tema en Estados Unidos, la secretaria de Economía, Raquel Buenrostro, minimiza el problema y afirma que detrás de este tema, lo que hay es un “proceso electoral”. Hay elecciones en Estados Unidos y están utilizando a México para no pelear entre ellos, asegura.
La funcionaria mexicana habla sin preocupación sobre el tema. Asevera que en la consulta informal a México le fue muy bien; “el gobierno mexicano contestó todas las preguntas. No hubo nada más que hacer ni qué decir”, pero después “lo que vino fue una presión por parte del Congreso de EU; no vino de parte del Ejecutivo de ese país; y creemos que no hay elementos y pues vamos a cumplir con el procedimiento. No vemos ningún elemento, hasta este momento, que pueda ser alguna molestia”.
La secretaria de Economía tiene que ver con las decisiones externas e internas en materia de maiz. Al mismo tiempo, Buenrostro, es la responsable de la activación del más importante y prometedor proyecto del gobierno lopezobradorista, el Corredor Transístmico. En los últimos días ha intensificado su promoción para atraer inversiones extranjeras para aprovechar el nearshoring y hacia el Corredor Transístmico.
Habla con optimismo y confianza. La cercanía de la transición sexenal no le preocupa. Dice que son inversionistas de largo plazo y que ha encontrado apetito y enorme interés.
Refiere el interés de los empresarios taiwaneses, que representan más o menos el 30% del valor y el volumen de las importaciones que hace América del Norte. Dice que visitaron a México, 43 empresarios que representan a 20 empresas que son las más grandes del país asiático y tienen el 40- 60% del mercado global.
Destaca el interés y liderazgo del CCE, la participación de Carlos Slim el hombre más rico de México, quien ha estado en las reuniones con los inversionistas y el diálogo que ha sostenido el gobierno con las cámaras empresariales de EU, Canadá y Europa, representadas en el país. Buenrostro observa con optimismo el potencial económico de México. A ver.