(LILIA GONZÁLEZ. EL ECONOMISTA)
Los Mochis, Sin. La escasez de agua y la reducción en los sistemas de riego en los cultivos de trigo registrados en los últimos dos años ya provoca estragos en el sector agrícola de Sinaloa y Sonora —principales graneros en México—, al reducir hasta 50% la capacidad productiva de las parcelas de este cereal clave en la elaboración del pan.
Eliud Pérez Medel, gerente de hub pacífico norte del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), precisó que la falta de agua y alteraciones climatológicas por la ausencia de lluvias ha llevado a perder el 50% de la superficie de las siembras de trigo y por ende, impacto negativo para el productor, con necesidad de incrementar importaciones de granos para la industria alimentaria.
Los productores pierden de entre 35,000 a 50,000 pesos por cada hectárea que dejan de utilizar por la escasez de agua, por lo que trabajan en nuevos sistemas de cultivos llamados regenerativos para mejorar su producción y aprovechamiento del riego.
De visita a las parcelas de trigo del Valle del Carrizo que venden su materia prima a Bimbo, los agricultores argumentan que se han sumado a la estrategia de sustentabilidad de la empresa panificadora para tener nuevas formar de cultivar que implica menos uso de fertilizantes, reducción de agua, sistemas de almacenamiento de agua en superficies y aplicaciones tecnológicas.
México no es autosuficiente en trigo panadero, y aunque el gobierno federal argumenta que cuenta con abasto de trigo para hacer frente a la demanda de consumo, Bimbo ha sumado estrategias de cultivo regenerativo para tener mayor producción e impulsa este proceso entre los agricultores.
“La sequía ha estado pegando en los últimos dos años. Y aunque los científicos tienen dos puntos de vista y que dicen que va a llover y va a llover bien por el efecto de La Niña y hay quienes dicen que las lluvias van a ser normales, pero eso no va a alcanzar a llenar las presas de agua que están en su mínima cantidad. Eso es lo que perdemos y eso significa que se reduzca la superficie hasta 50%”, expuso el representante del CIMMYT.
Un estudio de Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA) señala que nivel del agua en presas continúa a la baja durante mayo del presente año, a nivel nacional pasó de 40.2% a 38.1%, mientras que las principales presas de uso agrícola pasaron de 30.4% a 28.8% de su capacidad. “Se agrava la situación en Sinaloa y Sonora donde las presas están a punto de alcanzar su nivel crítico de almacenamiento (10%)”, acota.
Humberto Escalante, productor de trigo en el Valle, dijo que la falta del líquido lo llevó a dejar de sembrar en 10 hectáreas, ya que ahora el sistema de riego se redujo de 5 a 3 veces por cosecha.
Con el propósito de mejorar la seguridad alimentaria, el CIMMYT trabaja actualmente con al menos 200 agricultores para implementar nuevos sistema de cultivo, como la mejora de suelos agrícolas y mejor rendimiento de uso de agua.
Juan Pablo Andrade, Jefe de Agronegocios de Grupo Bimbo, señaló que la meta en 2024 es trabajar con 250 productores con más 8,500 hectáreas a base de prácticas regenerativas.
