(BRANDON G. RUIZ SANDOVAL Y EDUARDO VERGARA BALMORI . EXCÉLSIOR)
El pasado mes de mayo la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) anunció, a través de su comunicado No. 20, la recompra de 154 mil millones de pesos para optimizar el perfil de vencimientos de la deuda pública en México, pero ¿qué es la deuda pública?, ¿con qué se come y para qué sirve un refinanciamiento de deuda?, ¿debemos temerles a las herramientas fiscales, como alguna vez le temimos al fuego, o simplemente podemos aprovecharlas?Play Video
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Existen distintas fuentes de financiamiento para los gobiernos y entidades federales, tales como la recaudación fiscal (a través de impuestos), préstamos multilaterales con similares u organismos extranjeros (otorgados por instituciones internacionales) y emisión de instrumentos de deuda (como Bonos M, Cetes y Udibonos).
Estos últimos son títulos emitidos por el gobierno con el fin de captar recursos, es decir, que los inversionistas le prestan dinero al Estado y éste, a su vez, se compromete a pagar el préstamo junto con un porcentaje de rendimiento en plazos determinados. La relación entre los distintos plazos de vencimiento de los títulos emitidos y su rendimiento conforman uno de los indicadores más importantes en el mundo de las finanzas, llamado curva de plazos.
La curva de plazos es una representación gráfica entre los rendimientos otorgados, en este caso, por instrumentos emitidos por el gobierno federal y sus distintos vencimientos. En una “economía sana” el rendimiento debe ser proporcional al tiempo, ya que los inversionistas asumen más riesgos como el de liquidez. Además, la importancia de este indicador radica en que, al considerarse estos instrumentos gubernamentales como “libres de riesgo”, sirve como parámetro del rendimiento mínimo necesario que debiesen otorgar el resto de los activos financieros.
Desde el punto de vista del acreedor, en este caso el gobierno federal, determina el costo de su financiamiento.
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Es así como al cierre de 2024, el Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP), una medida amplia de la deuda del sector público en México, se ubicó alrededor de 48 por ciento del PIB.
Si bien este nivel es manejable en comparación con otras economías emergentes como Brasil, India o Argentina, el costo financiero de la deuda (los intereses que paga el gobierno) ha venido creciendo, lo cual obliga a utilizar herramientas como la recompra para mejorar el perfil de vencimientos y minimizar los pagos de intereses futuros.
Entonces, ¿qué implica una recompra y para qué sirve? Esta consiste en que el gobierno compre sus instrumentos de deuda que se encuentren cercanos a vencer, pagándole a los inversionistas de los títulos el precio de mercado. La estrategia de recompra puede generar un ahorro al evitar el pago de intereses próximos, permitiendo emitir nuevos instrumentos con vencimientos más largos y tasas de interés más bajas y favorables, distribuyendo de una forma más balanceada las obligaciones de pago.
Así, se mejora el perfil crediticio del país.
Retomando la curva de plazos, vale la pena resaltar que la deuda refinanciada posiblemente se emitió en un contexto en el que dicha curva se encontraba “más elevada”. Es decir, los rendimientos eran más altos y, por ende, el costo financiero era mayor. Esto refleja la relación que hay entre el seguimiento de este tipo de indicadores financieros y la sostenibilidad de las finanzas públicas.
Finalmente, la recompra de este tipo de instrumentos puede interpretarse como una herramienta para mejorar la liquidez y estimular la demanda agregada, principalmente en contextos de desaceleración económica.
En esta ocasión, a través de la estrategia del Plan Anual de Financiamiento, la SHCP recompró títulos por 154 mil millones de pesos, con lo que se generaron ahorros y se logró disminuir el costo financiero por aproximadamente 840 millones de pesos.
Esta acción contribuye a dar mayor certidumbre a los mercados y a construir una estructura de pagos más sostenible y eficiente. El refinanciamiento de deuda no es un enemigo, sino una herramienta cuyo objetivo es suavizar las presiones de pagos en el corto plazo, mantener finanzas estatales sanas y darles certeza a los mercados.
Al igual que el fuego que alguna vez fue indomable y temido, podemos domesticar y utilizar las herramientas fiscales modernas como la recompra de deuda para reorganizar la estructura de pagos, mejorar la liquidez y suministrar certidumbre en el corto y en el largo plazo, generando desarrollo y progreso.
