“Un bajo crecimiento será el costo si México no aplica un cobro de impuestos de forma progresiva”

YOLANDA MORALES. EL ECONOMISTA)

Luchar contra la evasión fiscal y mejorar la administración tributaria es parte importante de la estrategia para incrementar los ingresos tributarios. Pero en el caso de México existe aún más espacio para incrementar los ingresos tributarios si aplican la progresividad en el cobro de impuestos existentes, como el Predial, o bien, eliminando las exenciones, señaló el Jefe de la sección de México y Costa Rica en el Departamento de Economía de la OCDE, Alberto González Pandiella.

Tomó la situación tributaria para señalar la utilidad que tiene la comparación de pares, una característica destacada entre los miembros de la OCDE. México tiene una tasa de recaudación que va de 16 a 17% del PIB; esta proporción se encuentra lejos de la media de los países OCDE, que es de 34% del Producto y resulta también inferior a la que tienen países como Chile, que equivale a 22% del PIB. Ahí es donde el país debe avanzar.

Entrevistado por El Economista subrayó que los cambios sugeridos para incrementar la recaudación, forman parte de una agenda de reformas pendientes para incrementar la productividad del país.

Más que tratar de empatar las sugerencias con la intención de atraer inversiones productivas del exterior, en el contexto mundial de reubicación de manufactureras, son cambios estructurales los que ayudarán a las empresas locales y a la gente que habita todo el país a incrementar su productividad, conseguir mejores oportunidades de desarrollo y generar un círculo virtuoso de crecimiento económico.

“Algunas recomendaciones para México son retos pendientes de tiempo atrás como invertir en educación y entrenamiento, desarrollar estrategias para el manejo de energía limpia, optimizar el manejo de los recursos hídricos, fortalecer la competencia, promover el respeto al Estado de derecho y reducir la corrupción”, señaló.

De visita en México para acompañar al secretario general de la OCDE, Matías Cormann, comentó que alcanzar resultados de estas recomendaciones tomarán más de tres años. Consciente de ello, advierte que las recomendaciones sugeridas por la entidad para mejores políticas públicas son para el futuro.

Cambios al inicio del sexenio o después

El funcionario de la OCDE refirió que han visto casos, entre los 38 países miembros, donde los gobiernos llevan a cabo reformas profundas al inicio de su administración, apoyados por el capital político de arranque.

Otros toman más tiempo para impulsar los cambios, pero igual los evidencia como positivos, porque “el sector doméstico merece que se aborden (las reformas estructurales) aunque los resultados no sean de corto plazo”.

Lo importante es enviar la señal de que son áreas importantes donde habrá esfuerzos y atención. Aunque los resultados no sean de corto plazo se pueden interpretar como señales positivas para los inversionistas locales y extranjeros en el contexto actual de relocalización de manufactureras”, señaló.

El costo de oportunidad

En el Estudio para México incluyeron al respeto del Estado de derecho y redoblar esfuerzos para reducir la corrupción, dentro del capítulo dedicado al nearshoring.

De acuerdo con el documento, la percepción de corrupción es alta, pese a los esfuerzos del gobierno para combatirla, por lo que consideran que el fortalecimiento de las agencias anticorrupción también a nivel estatal sigue siendo una prioridad.

El funcionario de la OCDE señaló que “si no estuviera la corrupción presente, las empresas podrían dedicar fondos a invertir en investigación y desarrollo, a capacitar a sus trabajadores. La corrupción hace que el gasto de las empresas se vaya a actividades que no son productivas”.

Lo mismo sucede con la inseguridad. Las empresas tienen internalizado el problema y en su ausencia, podrían utilizar esos recursos para ampliar su capacidad productiva y formar a sus trabajadores.

Foto: El Economista, fotógrafo Hugo Salazar

[email protected]