ARMANDO G. TEJEDA, CORRESPONSAL. LA JORNADA
En un hecho relevante dirigido al mercado bursátil, que dio a conocer por la tarde de este martes, la multinacional eléctrica española Iberdrola informó de la venta que aproximadamente el 80 por ciento de su negocio en México al Fondo Nacional de Infraestructura de México (FONADIN) “y otras entidades financieras públicas vinculadas al Gobierno mexicano”.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, señaló desde el inicio de su gobierno el presunto origen turbio de los negocios de Iberdrola en nuestro país, sobre todo por su expansión siempre bajo el amparo, protección y trato de favor de los gobiernos de Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.
Con esta operación, más de ocho mil 500 megavatios de activos de generación de energía en lugar de estar controlados y gestionados por este multinacional española ahora estarán bajo el amparo del Estado mexicano, con lo que se fortalece la autonomía energética, una de los grandes objetivos de la actual administración.
El secretario general de Iberdrola, Santiago Martínez Garrido, informó de la decisión adoptada por el Consejo de Administración de la empresa, que se reunió a puerta cerrada y con un único caso en el orden del día: decidir sobre el futuro de sus activos en México. Y la decisión fue vender la mayoría de los activos en México, en parte porque el gobierno actual mantiene otros criterios de vigilancia de la ley y una política energética que aspira a garantizar la autonomía de este sector estratégico para el país.
Además de los numerosos señalamientos a Iberdrola tanto del presidente López Obrador como de numerosos juzgados de España, Estados Unidos y México, entre otros, en los que tiene causas judiciales pendientes por delitos como el de manipulación del precio de la luz de forma ilegal, espionaje, cohecho activo, falsedad en documento mercantil, atentado contra la intimidad y una serie de gravísimos delitos ecológicos.
En el documento que la empresa con sede en Bilbao remitió a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que es el organismo que informa y vela por el rigor de las operaciones bursátiles, Iberdrola informó de un “acuerdo de intenciones para la venta de activos de generación con una capacidad instalada de 8.539 MW en México”.
En la notificación advierte que en virtud de la legislación europea y española, “ponemos en su conocimiento que Iberdrola Generación México, S.A. de C.V. e Iberdrola Renovables México, S.A. de C.V., filiales de la sociedad subholding del Grupo Iberdrola en México, Iberdrola México, S.A. de C.V. (“Iberdrola México”), han suscrito, en el día de hoy, un acuerdo de intenciones con Mexico Infrastructure Partners FF, S.A.P.I. de C.V. (“MIP”) para la adquisición por un fideicomiso privado gestionado por MIP de la totalidad del capital de determinadas sociedades titulares de centrales de generación con una capacidad instalada total de 8.539 MW en México, de los que 8.436 MW corresponden a ciclos combinados de gas y 103 MW corresponden a un parque eólico terrestre”.
Los activos que formarían parte de la transacción serían los ciclos combinados de gas Monterrey I y II, Altamira III y IV, Altamira V, Escobedo, La Laguna, Tamazunchale I, Baja California y Topolobampo II y III, junto con el parque eólico terrestre La Venta III, que operan todos ellos bajo el régimen de Productores Independientes de Energía contratados con la Comisión Federal de Electricidad (CFE), y los ciclos combinados de gas privados Monterrey III y IV, Tamazunchale II y Enertek.
“La valoración acordada para la venta de estos activos (en términos de valor compañía o enterprise value, libre de caja y de deuda, de las sociedades titulares de los activos) asciende a, aproximadamente, seis mil millones de dólares estadounidenses, que podría modificarse en función de la fecha de cierre de la transacción y de otros posibles ajustes usuales en este tipo de acuerdos”, informó Iberdrola.
Que además aclaró que “la operación está sujeta al acuerdo y a la firma de los contratos definitivos por las partes, así como a la obtención de las aprobaciones regulatorias necesarias y al cumplimiento de determinadas condiciones habituales en este tipo de acuerdos. La transacción cuenta con el respaldo financiero del Fondo Nacional de Infraestructura de México (FONADIN) y otras entidades financieras públicas vinculadas al Gobierno mexicano”.
Además advirtió que “Iberdrola México seguirá prestando servicio a sus clientes actuales en México (así como, transitoriamente, a las sociedades incluidas en el perímetro de la operación) para lo que se prevé celebrar contratos de compraventa de energía con las sociedades que se transmiten con la finalidad de proporcionar a las compañías del Grupo”.
La empresa dio a conocer este hecho relevante después de una reunión del propio presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, con el mandatario mexicano, según informó la empresa, que además explicó que su principal dirigente había agradecido al mandatario mexciano su “apoyo y la flexibilidad” para alcanzar este acuerdo, a la vez que considera “a México un país estratégico con potencial de crecimiento y expansión donde mostrará su apoyo a México y al Estado desarrollando capacidad renovable”.